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viernes, 18 de septiembre de 2009

Familia Fregoso Rodriguez ( 6 )

Historias de bandoleros y asaltantes contada por la familia Fregoso Rodríguez :
Mucho tiempo atrás, cuando el tiempo revolucionario, los abigeos y forajidos asolaban las regiones de las huastecas potosina, veracruzana e hidalguense; para contrarrestar eso, se formaron grupos de choque, que defendían y atrapaban a los malandrines, llevándolos a las autoridades correspondientes.
Uno de esos grupos, se distinguía por utilizar en una mano un guante negro, que era su distintivo, como defensores de la propiedad y del orden de las huastecas; claro que eran personas que trataban de imponer la ley, como fuera, donde fuera, y a cualquier hora y día, y no estaban reconocidos por el gobierno, ni tenían algún nombramiento oficial.
Al grupo que utilizaba un guante negro, se les conocía como los de la “mano negra”.
Cuando el país deja atrás la época revolucionaria, los abigeos se frenaron un poco, ya no podrían culpar de sus fechorías a los revolucionarios, y los grupos de choque, que se habían formado para contrarrestarlos, se dispersaron, ya no eran necesarias sus batidas acampo abierto, ni sus rondas nocturnas.
Pero algunos de esos elementos, ya no les gusto otro tipo de trabajo, así que ahora, se dedicaron a robar.
Uno de ellos, llego al pueblo, ya era requerido por las autoridades por sus fechorías, y una noche, para mala suerte del comandante Melitón, el forajido al verse rodeado por los municipales, opto por echar mano de su arma y mato al comandante Melitón, esto paso cerca del negocio “Ven Acá”.
Otra historia, que mas de alguno sabe de quien se esta diciendo su vida, pero como se dice el pecado, mas no el pecador; para mayores datos referimos que en el pecho, tenia tatuada una imagen de la Virgen de Guadalupe, y en la espalda, de gran tamaño, traía tatuada la imagen del demonio.
Bueno, pues esta persona vivió un tiempo en Pueblo Viejo, se fue a otros lugares del país a correrías sanguinarias, y al paso de los años regreso convertido en un asaltante y asesino, inspirando terror al solo oír su nombre.
Porque ese maleante, entraba y salía del pueblo, cuantas veces lo deseaba, y en ese tiempo Pueblo Viejo, estaba constituido por pocas cuadras habitadas, abarcaba de donde hoy se encuentra el monumento, al limite del cementerio, y de la laguna, hasta donde estaban los terrenos donde los estudiantes de la primaria tenían sus parcelas, es decir, parte de los terrenos, donde hoy esta la escuela primaria “Manuel Azueta”.
Más allá, se encontraban los terrenos ocupados por propiedades de uso ganadero, o para sembradíos.
Así, que los escasos pobladores de ese tiempo, al saber que ese sujeto llegaba al municipio, cerraban puertas y ventanas, al estilo viejo oeste.

2 comentarios:

  1. Marucha... !caramba con las historias de la familia Fregoso Rodríguez en la época revolucionaria!, la de historias que habrá vivido Pueblo Viejo en esa época a través de tantas familias como ésta, y la de historias que continuarán sucediendose hoy dia porque, la noria de la vida rueda y rueda pero no se detiene jamás.

    Me gusta mucho leer este blog tuyo lleno de historia de personas

    Un besote gordísimo y muy sonoro

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  2. Gracias amiga por tu visita, me da mucho gusto saber que lees estos relatos narrados por pueblovejences; es una forma de sobrevivir en este mundo automatizado.
    Yo vivì un tiempo en ese lugar, y tengo hermosos recuerdos de ahì.

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