Bienvenidos al blog

miércoles, 23 de junio de 2010

Don Luis Pinete Gutierrez







FAMILIA PINETE GUTIERREZ

Padre: Antonio Pinete Cruz.
Madre: Eulalia Gutiérrez Bermúdez.

Hijos:
Luís
Guadalupe
Lorenza
Antonia
Rosenda

Don Luís Pinete Gutiérrez, el hijo mayor de la familia, narra que llegó a Pueblo Viejo, Veracruz a la edad de 15 años, y que el nació en la ciudad de Jalapa, Veracruz, aclarando, que es Tantoyuca,Veracruz, la “mata “ de la familia Pinete Cruz.
Que empezó a trabajar en 1932, como ayudante del pescador Don Pablo Viscarra, y que en la charanga de don Pablo, recorrían la laguna del pueblo.

En ese tiempo, no había cooperativa de pescadores, que cada quien se rascaba con sus uñas.
Lo normal, era que se trabajara de dos pescadores por charanga, que era muy abundante la pesca de camarón, que extraían entre 40 o 50 kilos, cada pescador lo sancochaba en su casa, y lo llevaba a vender a Tampico.
Se comercializaba en el interior del mercado porteño, exactamente en el centro del mismo.

Todos los hermanos de don Luís Pinete Gutiérrez, nacieron en Pueblo Viejo.
Sus padres se fueron a vivir al ejido “ Guadilla”, que está por el camino que conduce a Tampico Alto,Veracruz.
Toda la familia Pinete Gutiérrez, se fue a vivir a ese ejido.

Don Luís, dejó su trabajo de pescador, empezando a ganarse la vida “en el jornal” y fue don Pedro Álvarez, quien le dio la responsabilidad de cuidar sus vacas.
Después de un tiempo, también enviaba a don Luís, a vender leche a Tampico,Tamaulipas.
Salía a las 4 de la mañana, rumbo al puerto; en una mula, llevaba dos bolsas conteniendo 5 litros, de leche cada una, y un cántaro grande, este con 10 litros.

Si llovía mucho, el agua llegaba hasta un nivel de unos 40 centímetros, y en ocasiones, el agua llego hasta el cine Altamira, antes llamado este cine “Politeamia”.
Se caminaba por esas calles inundadas, por encima de unas tablitas, como si fueran un puentecito.
Duró don Luís en ese trabajo, por espacio de dos años.

A los 18 años, se dio de alta en el batallón 28, que estaba destacamentado en el pueblo.
De aquí, los movieron a Pachuca, Hidalgo.
Estuvo 2 años, de ahí los mandaron a Tuxtla, Gutiérrez, y estuvo por un tiempo de 10 meses, y de ahí los movieron a Tapachula, Chiapas.
Ahí pidió su baja, para regresarse al pueblo, con sus padres.

Estuvo trabajando en “La Pedrera”, extrayendo piedra, quebrándola, y posteriormente, vendiéndola, para sacar el sustento diario.
Cada que trabajaba ahí, pagaba “el explote” al dueño de ese solar.
Que era el permiso que obtenían para realizar su trabajo ahí.
Y comenta, que eran muchos los que se ganaban la vida de ese modo.

De ahí, lo contrataron para trabajar en un rancho de Altamira, a una ordeña, ahí estuvo trabajando por cinco años, y el dueño vendió el terreno, y don Luís, “quedo fuera”.

Se vino otra vez a Pueblo Viejo, a este pueblo, que siempre recibe con los brazos abiertos, a todos los que llegan a sus tierras.
Un señor que tenía criadero de gallos finos, en el ejido “Guadilla”, lo contrato por espacio de 23 años, hasta que ese señor murió, su viuda vendió todo, y con más ganas, don Luís, “quedó fuera”.

Y regresó don Luís al pueblo, se enfermó de una y otra cosa, y ya nadie lo ha contratado.

Don Luís, tuvo con su primera esposa, doña Mercedes Cansino Gordillo, los siguientes hijos:
Hortensia
Martha
Julieta
José Luís
Gumersindo
Guadalupe
Rosa
Y Manuel Pinete Cansino.

Todos ellos viven en Altamira, y lo visitan seguido. Al narrarme esto don Luís, se dibuja en su rostro, la felicidad del padre que se siente querido por sus hijos.

De sus hermanos, solo continúa con vida doña Guadalupe Pinete Gutiérrez, que tiene su domicilio a unos cien metros del cementerio.
Sus hermanas Lorenza y Antonia Pinete Gutiérrez, están sepultadas en el panteón del pueblo; Rosenda en el cementerio “Las Chacas”, de ciudad Madero.

Ahora es posible localizar a don Luís, en el cementerio de Pueblo Viejo, en compañía de su hijo Martín Pinete Hernández, hijo este de doña Maria Felicitas Hernández Nájera, actual mujer de don Luís; se cobijan padre e hijo del fuerte sol, con la sombra de los numerosos árboles, que existen en el cementerio.
Su hijo Martín Pinete Hernández, auxilia a los visitantes del cementerio, en acarrear el agua, lavar las tumbas, encalarlas.
Muchacho callado, de trato muy agradable, dispuesto a ganarse las monedas que deseen proporcionarle los que lo contraten para ese servicio.
Le preguntan… ¿cuanto te debo? Y contesta tímidamente, lo que me quieran dar.
¡Pueblo Viejo! Es tu tesoro todas esas personas, que luchan tan duro, dia a dia, por ganarse el pan.
Agradezco a don Luís Pinete Gutiérrez, la manera tan amable, en que nos narro a mi esposo y a mí, la semblanza de su familia.
Don Luís cumplirá con el favor de Dios, 87 años de edad, este 25 de agosto del 2007.
DON LUIS PINETE GUTIERREZ
ESTÁ YA EN LOS AMOROSOS BRAZOS
DE NUESTRO PADRE DIOS.

martes, 15 de junio de 2010

Pintor Jorge Mar Pulido ( 5ta parte y final)


Continúa narrando el pintor Jorge Mar Pulido :
“Con el paso del tiempo, ya no se ven las viejas casitas de mangle, güano, lodo amarillo y esparto ( tipo de zácate que crece mucho en los islotes), que aun se ven en los islotes de mi bella laguna,…las niñas de mis ojos se inundan de lagrimas, al ver pasar a un pescador, al golpe de su remamar; y mira a los que con sus motores de x marca y caballajes, irrumpen el suave remar (a la jaladita de remo), que es unos de tantos, que el tiempo no ha podido borrar”(tomado textual de sus escritos).
El pintor Jorge Mar Pulido continúa narrando: la vida del pescador es muy bonita. Estoy escribiendo sobre el pueblo, tengo varios escritos ya, hablo de música, de películas, de arte. Recorro las calles, hago memoria, pregunto datos. Recuerdo mi niñez, mi juventud, cuando aprendíamos a bailar, nos reunimos varios jóvenes, en torno a una consoleta, consola, o si no aunque solo fuera un tocadiscos, de esos que parecían maletincitos, con la música de los discos de 45 rpm, y los Long Play; ensayábamos los pasos del rockanroll, escuchaba-mos a los Tenn Tops, Doors, Bill Haley ,Elvis Presley, los Locos del Rimo, Los Rebeldes del Rock, toda la música de los años 60 s. Seguíamos con lo Tropical. Fueron épocas muy bonitas. De primero me llamaban “Popis”, y luego lo cambiaron por el de “Santa Marta”, por que yo cantaba mucho aquella canción, del grupo Renacimiento, que dice… ¡y seguimos el camino a Santa Marta! y el barrio donde vivo, hasta topar la laguna , así lo conocen, como Santa Marta. Recuerdo a un señor que escribía versos, era el trovador de la orilla, que trabajaba también con el señor Maya; mataba puercos, se llamaba Inocente Ramírez, y el papá de el, también se llamaba Inocente Ramírez.
Hace mucho tiempo, tiene años de eso, que un grupo de Tampico, me prometió unas becas, en apoyo y reconocimiento a mi trabajo artístico, y anduve vuelta y vuelta, todos los días, durante meses, y en el fondo de mi, digo yo, para que prometen, si no van a cumplir.
Pero como Dios, me ha dado este Don de expresarme por medio de la plástica, y por escritos, yo he continuado con mis trabajos, y los he realizado, en paredes, en cajetillas de cigarros (con tinta china), en lienzos (que yo armo, de diferentes tamaños), en cualquier superficie que se preste a ese fin, hasta en piedras. Tengo más de mil lienzos elaborados, unos tapizando las paredes de mi taller artístico, algunos en mi hogar, otros enrollados, embodegados; mi vida ha sido la bohemia, y el crear, crear y crear arte. A mi nieto David, también le gusta pintar, ya lo trae, el es mi brazo derecho ahorita.
Leyenda que está en una de sus pinturas impresionistas-expresionistas: “No pretendo elevar al pueblo a la buena cultura, sino elevar la cultura a la comprensión del pueblo”
Después de platicar con el pintor Jorge Mar Pulido, de grabar en video parte de su obra, de fotografiar algunos de sus cuadros, y obteniendo su consentimiento para reproducirlos en este libro, y publicarlo en internet, nos despedimos mi esposo y yo, agradeciendo sus atenciones.
(el dibujo es creación en cera del pintor Jorge Mar Pulido)