Familia Domínguez Flores

FAMILIA DOMINGUEZ FLORES

Padre: Ramón Domínguez Zacarías, originario de Pueblo Viejo.
Madre: Beatriz Flores Rosas, originaria de Rancho Abajo, municipio de Tantima, Ver. Sus
padres fueron el señor Graciano Flores y la señora Amada Rosas.
Sus hijos: José Ramón (+), Concepción (+), Eduarda, Jesús, Georgina y Lidia.
Los datos de esta semblanza son proporcionados amablemente por la señorita Georgina Domínguez Flores.
Su mamá, doña Beatriz Flores Rosas, llego al pueblo cuando las compañías americanas, y llego con su hermano, Cirineo Cruz, que era uno de los empleados de las compañías petroleras.
Su papá, don Ramón Domínguez Zacarías, fue chofer fundador y socio del Sindicato de Chóferes de la Sección # 11
Don Ramón Domínguez Zacarías, era también pescador. Pescaba, compraba y vendía el pescado llamado lisa. La lisa se clasificaba, la hembra de hueva amarilla, y el macho de hueva blanca. El pescado se abría por el panza, se sacaba la hueva amarilla con mucho cuidado, que no se fuera a romper, se alineaba (se abría por el lomo en dos partes iguales), y después en la orilla de la laguna se lavaba. Se acarreaba en canastos especiales para salarlos con sal de engrano. La hueva amarilla se salaba con sal refinada, al otro día con la salmuera se lavaba y se planchaba para sacarlas a asolear (para secarla con el sol).
La hueva blanca, se regalaba para el consumo, como era demasiado, se tiraba a la laguna para comida de las jaibas. Los malacates (que en la actualidad se llaman mollejas), se regalaban, esos no se tiraban.
El pescado salado se enviaba a México, D.F., al mercado de La Merced, a Huejutla, Hgo, para su venta. La hueva amarilla se vendía por docena, a $ 30.00 venia un barquito de cabotaje, de Progreso, Yucatán, al muelle de Tampico. Compraban de 200 a 300 docenas de hueva amarilla, escogidas, grandes. Las huevas chicas y rotas, se vendían al señor Cobos, a la señora Consuelo Castillo, y al señor Santiago, para su venta al mercado de Tampico.

L a señorita Georgina Domínguez Flores, nos continúa narrando:
Una familia de muchos recuerdos en el pueblo, era la formada por don Miguel Méndez y su esposa doña Antonia Zamora. Sus hijos son Tirso, Sara, Esperanza, Miguel, Virgilio y Palmira Juana. Don Miguel Méndez, trabajador petrolero de la Sección # 21 de Árbol Grande, Tampico. Todos los fines de semana, se reunían en su casa con domicilio Amado Nervo y callejón sin nombre, sus compañeros de trabajo y organizaban grandes fiestas; en el mes de diciembre, sus posadas. Don Miguel Méndez, fue movilizado a la ciudad de Poza Rica, Veracruz.

Mi hermana, Eduarda Domínguez Flores, conocida cariñosamente como Lala, y quien actualmente vive en Poza Rica, Veracruz, fue directora del kinder “Federico Froebel”, que antes de tener sus propias aulas, se ubicaba en un salón de la escuela primaria “Expropiación Petrolera”; al contraer matrimonio, mi hermana Lala, le paso su plaza de directora del kinder a Rosita Mirus; ellas eran amigas desde la infancia, fueron compañeras desde la educación primaria.

Pueblo Viejo tenía fama en Tampico, y las poblaciones aledañas, de vender muy rico y sabroso pan.
Los dueños de las panaderías eran:
Doña Antonia Zamora de Méndez.
Doña Armanda Cordero Domínguez.
El señor Rafael Guevara y doña Elena Vargas.
Doña Josefa Careta (doña Pepa).
Doña Patricia.
Doña Sixta Pérez.
Señor José Farias.
La botica llamada “La Purísima”, era propiedad del señor José Zúñiga, y su enfermero era el señor Abad Rodríguez.
En la botica estaba un consultorio, donde eran atendidos los pacientes por el doctor Raúl Sepúlveda Pancardo, el doctor Fernando Rodríguez Garza, y el doctor Alfonso Felizardo Villanueva.
(La señorita Georgina Domínguez Flores, entregó la semblanza de su familia de su puño y letra redactada,y en la fotografía,es la persona situada al lado derecho,está de blusa negra y falda blanca).
Esta semblanza continuará.