
(En esta foto vemos a don Rafael Hernández (Q.E.P.D.) y a doña Lucía Delgado)
A mi abuelo Rafael Hernández Cruz
Pescador de La Unica
Corre triste a ocultarse mar adentro,
el sol,que día con día,busca tu sombra.
Entre mil colores se despide,
susurrando a las estrellas que se asoman,
no se olviden de buscarte en la charanga.
¿ Donde estás,soñando con los peces?
Tu bote a un horcón atado,
un candil en la proa,yahual y red,
recogiendo camarones en el agua.
Estás ahí, en el pasado,
dormido en tus recuerdos,en silencio;
tal vez extrañas a la luna, y ese olor de agua salada,
ese olor maternal de la laguna, que te cubrió por siempre,
amorosa,
y hoy llora tu lejana ausencia.
La noche te observa,silenciosa,y guarda el secreto de tus sueños.

No hay norte que impaciente tus anhelos,
el cigarro y la caña te acompañan
en la bella madrugada veracruzana.
Brillos fugaces en el cielo y en el agua,
saltando los peces en las olas;
el ruido de un motor lejano anuncia la hora del regreso,
Tomas tu candil,yahual y red, y liberas a tu bote que navegue,
llevandote la brisa de regreso.
Aun no duerme Pueblo Viejo.
Las luces de Tampico se vislumbran
en el momento en que un barco entra altivo al puerto,
siguiendo el sendero del Pánuco.
Las luces de un camaronero que sale al mar te distraen,
casi para llegar a la cooperativa,
donde dejarás tu carga de camarón,
para después tomar un trago en el Saturno,feliz por la pesca.

¿Cuántas calles extrañarán tus pasos?
Cansados,pero alegres,por volver a tu hogar,de madrugada.
¿ Cuántas mañanas te ha buscado el sol?
Ansiando verte otra vez, jugando dominó, oyendo radio,
tomando una cerveza,en compañía de Nicasio y el Cubano,
o tejiendo una atarraya, remendando el hilo,
donde churras, mojarras,sargos, chocomites y plateados se quedaron.
Abriendo ostión con los Loayza; o de noche en los esteros,
buscando la jaiba en los manglares.

Pescador,tu bote y tu motor,y la inmensa laguna tu sustento.
Como te busca el sol,y no te encuentra,
ausentes tu sombra y tu silueta, tu piel morena,pies descalzos,
el doblez del pantalón a la rodilla.
Dejaste atrás el café y los bisquetes,
el olor a sal, que la brisa marina regala a su tierra y a su gente,
dejaste atrás Pueblo Viejo y sus calles, sus amaneceres y su atardeceres.
Dejaste atrás la laguna ,tu vida,
por otorgar la nobleza a tu familia ,
tu cariño y tu presencia.
Gracias,Chale.
ESTA HERMOSA POESIA DEDICADA CON CARIÑO Y AMOR
PARA DON RAFAEL HERNANDEZ CRUZ,
ES UNA COLABORACION ESPECIAL PARA ESTE BLOG
DE LA FAMILIA HERNANDEZ DELGADO.
Muchas gracias .
(las fotos,son de cuadros-pinturas,del pintor Jorge Mar Pulido)